sábado, 26 de septiembre de 2009

mojito, mojito

Mientras el cubito de hielo más se desnudaba ,
más chico se hacía,
dejaba trasnochar tímidamente lagrimones de éter,
devorando el vapor de cañavera,
mientras su corazón glaciar elaboraba paranoides conjeturas,

cuando el cubito de hielo más llora, acaba más flaco todavía,
nadie imagina como acabará,

ayer dijeron que se perdió en las luces del alba,
lo llevaban a enterrar entre ron y albahaca,
dijeron, que a besos se lo comía una mulata

1 comentario:

  1. Me encanta, algo tan insignificante como el hecho de que un hielo se derrita, lo haces especial. Te adoro

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