domingo, 18 de abril de 2010

En ocasiones me difumino en la lluvia, la miro y es una sensación plácida y sincera, no pretendo hacer nada ni ser nada. Es entonces cuando la lluvia, con su hálito de cicuta se introduce mucho más allá de mi piel, las horas devienen azules y su perfume es amargo, amargo hasta exasperarme. Es entonces cuando recuerdo todo, los que se han ido y los que vendrán, en esos precisos instantes en los que el tiempo multiplica su densidad hasta límites insospechados. Es entonces cuando el brillo de mis ojos se apaga y canto canciones tristes, intento levantarme pero no lo consigo. Pero sé que habrá una mañana en la que abra los ojos y el sol me ciegue, me traiga música de más allá del horizonte.
Mientras escribo esto me doy cuenta de mis estupideces, de que la vida es grande y de que poder besarte es lo más bello que me ha pasado. No llega música del horizonte, ni vienen a verme los rayos del sol, pero estoy vivo, respiro y sonrío.

5 comentarios:

  1. INCREIBLE TIO! como siempre!
    kuando te vere xoto?
    ace mil k no nos vemos
    k tal por roma??

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  2. respira y sonrie, respira y sonrie y vuelve a respirar

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  3. je t'aimeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!

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  4. He vuelto.

    ¿Y si ya nada valiese realmente la pena?, gritar, pasa a ser alguna desesperación secundaria, bloqueadas tus palabras, se desvanecen. Y los susurros de tiempo son navajazos por la espalda…

    Violetcarsons.

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